Mundo Cultura

...el lugar desde el que miro mi mundo, asombrada, como siempre...

lunes, diciembre 04, 2006

Corazón de invierno II

El hombre tiene miedo a amar por el pánico a no ser correspondido, pero gracias a las columnas que lo sostienen -el sentimiento maduro y la razón- sigue adelante. Un amor construido con materias nobles es difícil de derribar y se hace sólido y fuerte con el paso de tiempo, como si de una ciudad medieval amurallada se tratara.

Yo vivo en Charlilandia desde hace algunos años. Charlilandia es una ciudad costera del País de las Maravillas. En su origen, únicamente tenía dos casas y una tienda de discos por lo que sus habitantes tenían que tomar café a las afueras. Poco a poco y con la especulación inmobiliaria la ciudad fué creciendo y sus habitantes invirtieron en ella y pusieron una tienda de decoración y un establecimiento de delicatessen vegetarianas con especialidad en queso y chocolate. El año pasado la ciudad vivió su fiesta mayor, fué el 3 de diciembre. El príncipe y yo nos vestimos de fiesta y celebramos un gran baile en la plaza de los sueños alcanzados. Desde entonces vivimos en la calle del amor infinito con el infante Franky.

Y viviremos felices, por siempre jamás.