Ganar - ganar

Cuando tienes un hijo, mucha gente insiste en que tienes que seguir manteniendo, al menos a ratos, la vida en pareja; pero cuando te casas nadie te sugiere que mantengas tu vida de soltero.

De las reflexiones que me ha regalado la gente al conocer la noticia de que estaba embarazada, muchas (muchas) han sido en el tono "pero ¿no es demasiado pronto?" "¿lo habéis pensado bien?" "habrá cosas que ya no puedas hacer" " se acabó tu libertad, con lo bien que vivías"... Otras (menos) más liberadoras, condensan la filosofía del ganar-ganar y son del tipo "ya verás que bien, me encantan los niños", "lo que vas a tener es un hijo, no una enfermedad","es lo mejor que os pasará", etc.

Me dá lástima pensar en interpretar el hecho de tener un bebé: querido, deseado y esperado se traduzca en todo lo que ya no podré hacer. ¿no podré hacer o decidiré no hacer? ¿no podré hacerlo, seguro, seguro? ¿no podré viajar? ¿salir a cenar con mis amigas?, ¿leer un libro? ¿ir a un concierto?

¿QUIÉN PONE REALMENTE LAS BARRERAS? ¡¡¿EL BEBÉ ME LO IMPEDIRÁ CON SU ESPADA VOLADORA?!!