Lo habitual es morir

La persona que me inició por imitación en el placer de leer (gracias mamá) me ha regalado hoy Las intermitencias de la muerte de Saramago al contemplarme enganchada a la mesa de "libros de bolsillo" de la sección de libros del siempre recurrible centro de compras del triangulito verde ojeando sus hojas...

¿Que ocurriría si un día la muerte se pusiera en huelga? Si de repente, la única seguridad que tenemos deaparece y nos encontramos ante el barranco de la eternidad....Empezaríamos a ser conscientes de cómo la vida esta planificada sin saberlo en torno a la muerte, planificada en torno a la idea de que un día ya no estaremos.La búsqueda/necesidad de lo inmediato carecería de sentido al establecerse la dictadura del parasiempre.

La atracción por aquello que nos pertenece y aquello hacia lo que sin remedio caminamos es tan antigua como antiguo es el ser humano. El domingo por la tarde leí un post sobre esto en el laboratorio de tendencias flylosophy, por cierto, me encantó el tono en el que estaba escrito; hablaba sobre las particularidad de las formas en las que la atracción morbosa del ser humano se manifiesta; pactos suicidas por internet, disecciones en vivo, exposiciones de cadáveres,...

En un mundo en el que nuestra parcela de control se reduce a míseras partículas de opciones de compra, la pérdida de la muerte como referencia vital implica la finalidad de nuestra finalidad; vivir.