Preguntas al aire

Habla Isabel en su blog acerca de su respuesta a la retórica pregunta que todos nos hemos hecho alguna vez... ¿y si me tocara la lotería?.

Bueno, yo me compraría TIEMPO; tiempo para mí y para los que me rodean y que quiero (esto debe coincidir claro jeje). El tiempo es lo único que no te devuelve ni el Corte Inglés, lo único que no puedes atrapar con las manos.. Pero puedo comprarlo; puedo comprar tranquilidad, ociosidad, puedo comprar la ausencia de necesidad de trabajar más horas de las que a lo mejor me apetece y comprarme tiempo para: pasear, ir al cine, hacer un curso de fotografía, cocinar las recetas pendientes, aprender los nombres de las flores, leer otra vez todos los libros que me gustaron, viajar a la India, vaguear en el sofá, jugar en el parque con Franky, remolonear en la cama después de desayunar, naufragar en internet sin querer que me rescaten durante horas, escribir cartas largas, ir a comprar sellos y echarlas al buzón....

Mis hermanos y yo jugábamos muchas veces de pequeños a contestar a esas preguntas retóricas, igual parece raro, no sé. Recuerdo que además de la de la lotería estaba ¿si pudieras cenar con alguien famosos, con quien lo harías? ¿si te regalaran un viaje, qué destino escogerías? ¿si pudieses elegir rencarnarte en un personaje histórico quien sería? ¿si pudieses viajar al pasado qué época visitarías?

Me resulta graciosos pensar en tres enanos tirados en la moqueta de la habitación de Tito hablando de estas cosas mientras las dos chicas intentábamos sin éxito que Tito accediera a casar a su Marshall Bravestar con nuestra Chabel. La pobre Chabel se quedó para vestir santos. Y las respuestas se quedaron flotando en el aire.