Pimienta de Jamaica

La naturaleza se procura de condimentos mágicos que alegran el paladar. Me atraen enormemente las estanterías de los supermercados que contienen los frasquitos de hierbas aromáticas y especias. Más aún las tiendas (cada vez más escasas) donde puedes obtenerlas a granel. La disposición de los botes con sus etiquetas de colores, en orden alfabético y cada una despidiendo un olor diferente.. me recuerdan los armarios de pócimas y tarros de ungüentos que se describen en los relatos de brujas.

El fin de semana me descubrieron un tipo de pimienta que no había probado; pimienta de Jamaica y claro, tuve uno de mis “momentos” cuando fui a unos grandes almacenes a adquirirla (tenía que tener ese tesoooooro). Resulta que el tesoro no estaba en la estantería ordinaria y tuve que adentrarme en el espacio dedicado a los gourmets con el que cuenta dicho establecimiento… (otro día hay que hablar de este espacio sibarita y magnífico) y allí estaba, en un frasco pequeño y cuadrado, tipo confitura de la abuela. Ahora esta en mi armario.