Poder y sentimiento

Como fruto de una investigación norteamericana se deduce que muchos de los líderes de grandes empresas y organizaciones cuando llegan al final de su vida productiva no se sienten satisfechos con su trayectoria de poder y éxito profesional afirmando que cualquiera de las actividades que retirados realizan les producen mucho más placer. La explicación causal que aporta la investigación es la continua negación de los sentimientos propios y de los demás a la hora de ejercer su cargo, su poder.
¿Qué hacemos con los sentimientos y las emociones de las personas en las organizaciones? ¿los obviamos como cuestiones coyunturales a las demandas de tipo estructural (salario, tiempo,...)? ¿los tratamos de forma separada?
Hay tantas apuestas por el SI como por el NO pero, particularmente creo en el tratamiento de las organizaciones como entes integrales dotados de una sinergia particular configurada por la energía de sus elementos humanos en continúa interconexión de ahí que el tratamiento de sus conflictos deba tener en cuenta la corriente interna de las personas.
En este caso los departamentos de Recursos Inhumanos (como los llama alguien que yo me sé) tienen mucho que hablar.