Mundo Cultura

...el lugar desde el que miro mi mundo, asombrada, como siempre...

miércoles, septiembre 20, 2006

Tan jóven y tan viejo

Erase una vez un hombre con boina. Vivía en un pueblo perdido de la mano de Dios. Tenía un perro llamado Pancho.
Este hombre se despertaba todas las mañanas de su vida cuando el sol salía y se guiaba por la luz de las últimas estrellas que se echaban a dormir de madrugada, tras bailar en las verbenas de los pueblos.
Un día llegó al pueblo un hombre sin boina pero con corbata. Acarició a Pancho y sonriendo le dijo al hombre:
-"Voy a hacer de tu pueblo algo grande"
-"¿algo grande?"-le contestó el hombre con boina-" mi pueblo ya es algo grande"
En dos veranos, el pueblo pasó a tener un hotel con spa, cuatro posadas, cinco restaurantes y el agua de la fuente se vendía embotellada.
Y las estrellas se fueron a vivir a otra región.
PD. Para tí, Marcelino.