Mundo Cultura

...el lugar desde el que miro mi mundo, asombrada, como siempre...

martes, mayo 30, 2006

Estupor y temblores

Acabo de terminar de un tirón el libro de Amèlie Nothomb acerca de su experiencia en una empresa japonesa que me dejó tochismochis, pensando que me gustaría. Acertó una vez más. Por cierto, me parece que ya he dejado escrita en alguna ocasión mi admiración y devoción por la cultura del Sol Naciente y todo lo que de algún modo se relaciona con ella. Entre las frases que me guardo, dejo colgada la siguiente:

Los sistemas más autoritarios suscitan, en las naciones en los que se aplican, los casos más sorprendentes de desviaciones – y por eso mismo, una relativa tolerancia respecto a las excentricidades humanas más apabullantes. No sabemos lo que es un excéntrico hasta que conocemos a un excéntrico japonés. Japón es un país que sabe lo que significa “volverse loco”

En mi eterna contemplación de la cultura como elemento configurador de las relaciones humanas no deja de sorprenderme el poder de la misma. El ser humano como entidad bio-psico-social está sometido a su ambiente y a través de él se relaciona con los límites más sensibles de su cerebro y de su percepción del mundo.

Los renglones torcidos del cuento de la humanidad se escriben con el propósito de ayudarnos a ser mejores de lo que somos y sostienen, con la habitual dicotomía, buena parte de nuestra humana predisposición a la locura.